Tierra generosa
que produce
frutos incomparables
bajo la protección de
Los Andes milenarios
Chile se extiende desde la latitud Sur 17º30´ hasta los 90º.
Una tierra generosa, privilegiada en cuanto a sus diferentes climas y tipos de suelo, que le permite entregar una amplia diversidad de frutos de la tierra, con un desarrollo de la industria agrícola en constante crecimiento.
Desde los templados valles precordilleranos andinos de Atacama, donde olivos, paltos, kiwis, parronales de uva de mesa, ajíes, tomates y pimientos… dan paso a la templada zona central y sus valles pródigos en carozados, manzanas,
maíz, uvas, melones, naranjas, cebollas, hortalizas, con miles de granjas y huertas que entregan la más exquisita variedad para el deleite de las cocinas del mundo.
Desde los frescos valles andinos de la transición, suavemente acariciados por la brisa del Océano Pacífico en las zonas costeras, que nos brindan un exuberante crisol de granos y cereales, legumbres y frutos secos, hasta llegar a la Patagonia Norte, con su sinfonía fresas, grosellas, frambuesas, moras, arándanos, sumados a una amalgama de tubérculos centenarios.
Cerrando el recorrido con la Patagonia Media, con sus más de 160 variedades de papas y su enorme surtido de fuentes para la polinización y producción de más de 300 variedades de sabores en la miel natural de abejas.
Este Chile, protegido por la Cordillera de Los Andes, es la casa de AndesFrut